La Plebitusa, el new age y el buen materialismo dialéctico.

Por: Mauricio Vargas.

Hay un aspecto de la victoria del NO en el Plebiscito por la Paz que llama mucho la atención: La iglesia pone votos y con la “ideología de género” ponen a la gente a discutir y votar por asuntos morales y biológicos, en pro de unos valores que coinciden con los intereses materiales de terratenientes y lafuntidistas. Un sector de la iglesia y esta clase social de poseedores de grandes extensiones de tierra terminaron encarnando esa tendencia a nivel mundial que algunos denominan una revolución conservadora -Ucrania, Brexit, Siria, Trump-.

La religión es el suspiro de los oprimidos

Por: Vijay Prashad

Sentado en una celda de una cárcel fascista en Italia, Antonio Gramsci se preguntaba sobre un problema que enfrentaban comunistas como él. En El manifiesto comunista (1848), Karl Marx y Friedrich Engels escribieron: “los trabajadores no tienen nada que perder salvo sus cadenas. Tienen un mundo que ganar”. Pero estas cadenas no eran meramente lazos materiales, las cadenas de la miseria que impedían que aquellos que no poseían propiedad, aparte de su propia habilidad para trabajar, fueran completamente libres. Esas cadenas avanzaban dentro de la mente, sofocando la habilidad de la mayoría de los seres humanos a tener un entendimiento claro de nuestro mundo. Sofocados, los trabajadores (quienes antes eran simpatizantes de movimientos socialistas y comunistas) se acercaron al fascismo. Llegaron a los partidos fascistas no por claridad, escribió Gramsci, sino por su conciencia contradictoria.

ANDANTE 4

La hermana Orlinda ha ido por él al salón de clase y lo ha llevado a la cafetería de profesores. Lo ha sentado a una mesa y le ha puesto enfrente de sus ojos esquivos una malta y, en un plato desechable, una buena tajada de pudín de fresa.