UN ÁLAMO
“Es probable que la siembra de orquídeas en el álamo adyacente a la escalera que daba acceso a la sala de recibo y miraba al jardín, ofrecidas con esmero especialmente para los visitantes, no hubiera sido idea de la madre que dirigió estas palabras a sus hijos, sino de Mercedes (su cuñada). De todas formas poco importa, fue una mujer la autora del prodigio.”